Adentrándonos en la comunicación...

¿Qué es comunicar? 

Seguro que todos pensáis, comunicar es lo que hacemos todos los días, a todas horas, con todo el mundo. Pero realmente, ¿qué significa comunicar en el ámbito de la educación?

Para empezar, debemos saber que esta acción es de las esenciales que debe saber hacer un docente. 

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Para que se de comunicación debe haber una serie de condiciones, que no se dan de manera natural, por lo que el docente debe provocarlas. Entre estas condiciones tenemos la interacción, es decir que para que haya comunicación en el aula debe haber condiciones organizativas como el juego, trabajo en equipo, disposición del aula, mesas dinámicas para favorecer la interacción.

A su vez existen dos reglas básicas para comunicar, la interacción como hemos dicho anteriormente, pero además debe haber feed-back, favoreciendo así el aprendizaje del alumnado, pues le informamos sobre su proceso.

Pero… ¿a qué no sabíais que además de las acciones también hay objetos en el aula que comunican? Pues así es, de manera indirecta, como pueden ser las emociones, los recursos tanto materiales como humanos, el contexto cultural donde nos encontremos...  Por ello esta acción es multidireccional, asegurando así la participación de todos los agentes, además los papeles de los conocidos "emisor" y "receptor" se van intercambiando, pues ya no solo es el profesor el que comunica conocimientos, también los alumnos convirtiéndose así en emisores.

Además, en dicha comunicación pueden estar implicados también otras personas que no pertenecen al ámbito educativo como puede ser un jardinero, un padre aficionado a la jardinería o un agricultor, en el caso de estar trabajando las plantas y queremos recurrir a otros recursos humanos, evitando así la monotonía y que se pierda la motivación del alumno.

Sin embargo, no todo lo que comunicamos es aprendido, según Mallart (2013), puede haber enseñanza con su correspondiente aprendizaje, una enseñanza sin aprendizaje, o incluso un aprendizaje sin enseñanza, como sería en el caso de aprendizajes sociales o aprendizajes por ensayo-error. 

Existen además dos tipos de aprendizajes, el cognitivo el cual conlleva una atención selectiva y sostenida y produce un desgaste energético y en muchas ocasiones este aprendizaje es olvidado con el tiempo. Mientras que el aprendizaje emocional, no necesita de ningún esfuerzo, y los conocimientos se adquieren velozmente,  permaneciendo en el tiempo.

Por ello, conociendo estos dos tipos de aprendizaje, ¿cómo podemos provocar un aprendizaje que perdure en el tiempo, no produzca gasto energético y se recuerde fácilmente? CON LA EMOCIÓN Y LA MOTIVACIÓN.

La motivación es un elemento clave en la enseñanza, pues haremos que el alumno sea un individuo activo en este proceso. Por ello para captar su atención debemos sorprenderlos pues solo se aprende aquello que motiva.  A su vez, al haber motivación hay emoción lo que enciende la amígdala y se produce un aprendizaje adecuado. Sin embargo también debe haber un nivel óptimo de estrés, esto quiere decir que el rendimiento será adecuado si hay un nivel de activación cerebral moderado, por lo que si no hay apenas estrés o por el contrario, si el nivel de estrés es muy alto, tendrá consecuencias negativas en el aprendizaje.  

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Pero no todo es tan fácil como aparenta, ya que existen algunas barreras que en ocasiones provoca que la comunicación no sea eficaz o no se dé, como puede ser el código y el canal utilizados, los materiales, o incluso aspectos psicológicos en la decodificación del mensaje, como pueden ser problemas en la semántica, escucha selectiva, juicios de valor o el marco de referencia